EL REBAJE DE SUELOS DE HORMIGÓN, UNA PARTE ESENCIAL DEL PROCESO DE MANTENIMIENTO

La reducción del grosor permite alargar la vida útil de los suelos de hormigón, reavivando su funcionalidad

Los suelos de hormigón son seguramente una de las características en común de la mayoría de fábricas y grandes almacenes que, por su actividad y necesidades, precisan de una superficie fuerte y resistente que permita resistir grandes pesos y a su vez ofrezca una regularidad y firmeza en la que la maquinara usada en este tipo de industria pueda desplazarse y desplazar productos almacenados con facilidad.

El de hormigón pulido es un suelo que es también agradecido a la hora de limpiar, pues se trata de un tipo de suelo plano y deslizante en el que difícilmente se forman charcos u otro tipo de irregularidades que puedan provocar dificultades a la hora de barrer o fregar, ya sea manualmente o mediante las máquinas especializadas que normalmente emplean este tipo de negocios.

Sin embargo, y como todo en esta vida, llega un momento en que este tipo de suelos se malmeten, aparecen irregularidades o gravilla y pierden parte de las características que hacen de ellos suelos tremendamente funcionales e imprescindibles para las fábricas y grandes almacenes.

Cuando se da este caso, es necesario un mantenimiento que permita que el suelo siga teniendo una larga vida útil y funcional.

El primer paso para este mantenimiento es el rebaje de suelo de hormigón. Esta técnica consiste en reducir de forma insignificante el grosor del suelo, re-alineándose y recuperando su regularidad y planicie, permitiendo que vuelva a tener esa homogeneidad que permite un correcto deslizamiento sobre el mismo, y dejándolo preparado para abrillantar o cristalizar.

 

¿Cómo es su funcionamiento?

El rebaje de suelo de hormigón se suele realizar con una máquina que, mediante diamantes industriales formados por metales y resinas de distinto grano, consigue rascar la superficie moldeando de nuevo su forma de manera imperceptible en cuanto al grosor del suelo.

Durante el rebaje de suelo de hormigón, se hacen varias pasadas con la máquina durante toda la superficie del suelo para garantizar que el resultado final sea un suelo homogéneo y plano, con una renovada capacidad de deslizamiento y que ya no presente esas irregularidades que puedan perjudicar su funcionalidad, producto del uso y el desgaste que genera la actividad continuada y frenética que suele darse en las fábricas o almacenes que están equipadas con este tipo de suelos.

El mantenimiento de estos suelos, incluyendo el rebaje de suelo de hormigón, es un proceso que es tremendamente efectivo que suele hacerse cada mucho, ya que el hormigón es un material tremendamente agradecido y resistente al desgaste.

Una técnica necesaria, útil y efectiva para que el suelo de nuestro negocio tenga una vida útil extremadamente larga.

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